miércoles, junio 25, 2008

piénsame escrita

le ocurrió al doblar la esquina, donde ocurren todas las cosas que no esperas, aunque él doblaba con confianza y cálculo ciego las sábanas, terminó llenándose su cuerpo de asombro al tiempo que se vaciaba de agua. Al doblar se cruzó con un conocido al que no conoció. Nada importó que esto ocurra todos los dias, nada que hubiera cambiado con el paso de los años, tantas esquinas retorcidas y vueltas a las manzanas, y paseos pisados. Es normal que no lo hubiera reconocido. Él sintió la rareza de lo que no vió y es así como empezó a aparecer en su cuerpo el estupor. A pesar de continuar pensando fugazmente en esos peces extraños, de nuevo doblando esquinas de aguas abisales.Tal vez, , eso y todo lo demás fue otro quien lo ideó para él. Para que no se asombrara al doblar el vórtice de su cuerpo. Y más allá de lo que os cuento, siempre más allá de cualquier relato, está ese asombro mudo y atormentado de quien lo escribe, el desencuentro del reconocimiento, ...también él releyó algunos papeles y aun sabiendo que fueron suyos hace muchas manzanas los miraba confundido. Nadie ha podido evitar que sea el hombre fuera del agua. Yo no cuando vuelvo a no verlo .