jueves, septiembre 20, 2007

fue una de esas pesadillas en las que intentas fotografiar a tres personas y ninguna se está quieta. todo se ve además obstaculizado por un personaje desconocido que se cruza en todas y cada una de las posiciones del objetivo. y me angustiaba el pensar mi lentitud , mi ojo ralentizado en los modelos que desaparecerán, se los llevará la vida y yo no habré disparado esa foto que los retenga, inmóviles, para mí, para siempre...

si no me hubiera despertado sobresaltada hubiera enterrado la cámara, en la tierra , otra lección desaprendida....la tecnología nos recupera hasta debajo de las piedras.