viernes, septiembre 21, 2007

palabras caramelizadas saliban su propia y dulce desaparición, tan ingenuas ejecutan la neglicencia de su deseo por exponerse a nuestro amnésico paladar.

1 Comments:

Blogger Fernando Nombela said...

Estoy desnudo ante el agua INMÓVIL. He dejado mi ropa en el
silencio de las últimas ramas.

Esto era el destino:

llegar al borde y tener miedo de la quietud del agua.

(Antonio Gamoneda. Libro del frío)

5:08 p. m.  

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