viernes, diciembre 07, 2007

época de escasez

Era un” niqui” de algodón, cien por cien, Con cuello polo azul marino y el cuerpo listado de franjas amarillo yema y azul cuello. De manga corta. Era un niqui de verano pero no de cualquier verano . De ese y no de otro. “No recuerdo la fecha. Tampoco hay mes. El demonio sabe lo que pasa.” , habría dejado escrito algún loco gogoliano en su diario,

En épocas de escasez es más fácil uniformarse .

Yo podría ser otra, pero me voy a aventurar confeccionando un traje con las medidas tomadas de una cinta de metro agrietada y numeración borrosa en no recuerdo la fecha, tampoco hay mes. El demonio sabe lo que pasa.

Yo, que ya tengo el traje cortado y no
queda remedio, explicaré que lo ví por primera vez tendido al sol. Me gustaría recordarlo ondeando como una bandera al viento, elevándose como flotando y volviéndose a posar como pluma que nunca encuentra el apoyo final. No hay pluma tendida. Si cierro los ojos lo veo así, así lo recuerdo. Verano, todo inmóvil, un calor de justicia (nunca entendí ) , el niqui de rayas recién pinzado en la terraza, el niqui haciendo el pino invisible. No hay leyes en la física que permitan ondear como pluma un polo algodón cien por cien en un tórrido verano inmóvil .Así que ahora recapacito y pienso que quizá vemos lo que imaginamos y no otra cosa, por mucho que la naturaleza se empeñe en formalizar nuestras recapitulaciones. Así pues, yo lo ví por primera vez colgado boca abajo y automáticamente pensé en su dueño.

Todas las palabras me sobran para lo que vino a continuación.

Yo, la del traje improvisado , tenía un vecino con una terraza enfrente, con un niqui polo rayado y colgado.
Yo, fecha, mes y diablo, andaba endemoniadamente volátil y por parecerme aun más al modelo dispuse en mis intenciones comprarme y ponerme idéntica prenda.
Yo, vigilaba. Y en las lindas mañanas de aquel indocumentado verano salía de paseo con mi niqui cien por cien algodón rayado en amarillos y azules polo. Y si por casualidad me cruzaba con el dueño de mi doble el corazón se desbocaba.
Yo resolví tender mi niqui en mi terraza de forma simultánea, y la estampa, ahora que lo pienso, era dantesca. Dos” niquis” de algodón, cien por cien, Con cuello polo azul marino y los cuerpos listados de franjas amarillas yema y azules cuellos. De mangas cortas. dos niquis de verano pero no de cualquier verano . Recién pinzados en la terraza, haciendo el pino invisible. Ondeando como plumas en un tórrido verano inmóvil .Colgados boca abajo . Pensé en sus dueños.


En épocas de escasez es más fácil uniformarse .

Yo, colgada y prendada, imaginé el ardid más loco para que me viera.
Disfrazarme de lo mismo.

1 Comments:

Blogger Antillana del Mar said...

eva!!!!!! ........... el alivio que me provoca visitarte y leerte un buen rato .......... siempre me marcho satisfecha y hambrienta al mismo tiempo!! ....... gracias!!!

6:22 a. m.  

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