incertidumbre
Yamas era única en su especie.Cuando quedábamos en las irreales tardes de domingo me sorprendía siempre con dos propuestas. Vamos al Marula y al Alemán. Nos sentamos en la barra y en las mesas. Póngame un café y una caña. Miraba dos cuadros al tiempo, leía dos libros a la vez, andaba mientras bailaba, reía cuando lloraba, dormía siempre que comía, su voz subía y bajaba de tono a tiempos iguales . Así estuvo gran parte de su vida. Hasta que un lluvioso lunes 24 me llamó al móvil y en una frase caudalosa y firme me dijo que no volveríamos a vernos más porque se iba definitivamente a trabajar a una fragua.
1 Comments:
vaya mujer! que bien que nos hace! yo me quedo enganchada con este y PatyIce es muy divertido! un besazo por aca!
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