martes, enero 13, 2009

pozo desalmado


En la tierra del escribano llueve poco. Por cada signo que araña la corteza de los bosques . Junto a la empalizada de los árboles que fueron . En las noches en vela que siguieron a la huida de los pájaros del sur era devuelto un rumor de lluvia en los vapores del cristal. En las manos secas que tomaban el lápiz que fue, inclinado por el acero y la voz, llovía. El desvanecerse en ondas el lago sería interpretado en todos los escritos de la época. Aunque él renunció a hacerlo, porque era su tierra y llovía poco.

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

es un placer volver a leer este blog. Cada nueva entrada es un bombón de letras
:)

PEPITO GRILLO

8:51 p. m.  
Blogger Patty Ice said...

tú sí que eres un bombón, pepito ; )

10:56 a. m.  

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