domingo, diciembre 07, 2008

cita 59

"Sabía por qué. Se figuraba aquello. No se le hubiese podido acusar de no saber lo que estaba haciendo; porque al permanecer así inmóvil veía mejor desvelarse el mundo, hebra por hebra, en su desencadenarse tranquilo y burlesco, en plena acción, en fórmulas de química agresiva, repentinas idas y vueltas de pisotones, disparo de mecanismos, en el seno de los árboles, ciclos del carbono, alargamiento regular de las sombras, y ruidos, y murmullos cabernosos de una tierra algodonosa que se cuarteaba metódicamente, que abría sus labios con gritos de bebe que hasta entonces habían parecido no pertenecer sino a los peces."

J.M.G. LE CLÉZIO "El atestado"

2 Comments:

Blogger Unknown said...

Hola Eva. Me ha llamado la atención el emparejamiento que se hace en el texto, entre sabiduría y quietud. Pienso que es muy cierto, fíjate en el dicho "las prisas no son buenas consejeras".
Cuando te mantienes inmovil y tranquilo, tienes la capacidad de observarte y observar como si fueses un extraño, sin interferencias preconcebidas que enturbian la realidad pura y dura.
¡Ah! he puesto un enlace en mi blog.
Arturo.

11:07 a. m.  
Blogger Patty Ice said...

gracias arturo, eres un sol : )
yo acabo de visitar tu página y tu blog. Estás hecho un manitas informático.
besos
eva

12:15 p. m.  

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