fue todo normal, pero a mí no me lo pareció. Cuando llegué a la bibloteca ya estaba cerrada. metí el libro en el buzón de devoluciones que han instalado en la puerta.Algo salvaje, la caida que el libro tiene que librar hasta llegar al fondo. Palabras maltratadas.regresé a la semana siguiente en busca del tomo gris dificil de cajero camaleónico (este nombre lo adoptó después). En la puerta me dí cuenta que no tenía el carnet de biblioteca, lo había extraviado. Memoria , acude, . Entonces me asaltó una imagen donde yo me veía colocando el carnet donde figura mi foto entre las páginas de la biografía de canetti. Lo utilicé como separador de páginas. Allí debió quedarse y quizá en la caida al abismo del buzón salió volando. Entré en la sala, me deslicé como una ladrona por los pasillos, busqué la "c" de canetti, y ya frente al lomo encontrado prolongué el momento de alcanzarlo. Despacio lo llevé a mis manos y lo abrí. allí estaba, yo en mi doble, entre las páginas en las que permanecí encerrada en la biblioteca toda la noche.
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