viernes, noviembre 02, 2007

creo que no hemos visto la misma película. La mia, ya lo sabes, era oriental . Unos amigos han vuelto de japón y fueron tan generosos que me obsequiaron con una libreta preciosa. Pero lo mejor de ella era la forma en la que las páginas vienen plegadas, dobles, cosidas en el interior.Esto ocurrió unos dias antes de ir al cine y por lo tanto lo trataré como el preámbulo de las escenas que en la sala se desplegaron, como si las hojas de la libreta azul tinta hubieran decidido aparecer. Una forma silenciosa y distante de estar. El actor era un soldado oriental en la guerra al que descubría su enemigo en el suelo regado de cadáveres. A partir de ahí la mirada que desde abajo se despliega(de nuevo), se extiende por toda la película en continuos mantos impulsados unos a otros como en una cadena de fichas de dominó .La primera mirada empuja la primera ficha. Y así, un actor famoso se cruza con su doble, un aspirante fracasado.El sueño aparece y desaparece , y en más de una ocasión han de darle una llamada a los actores, al famoso, a su doble, al doble del doble que está dormido y lo despiertan dentro del sueño y tienen que despertarlo tambien fuera, al primer doble, o tal vez sean todos el mismo . Todos se han desplegado de esa primera mirada en la antesala de la muerte. todos devienen del impulso de la primera tirada. de la primera ficha abatida. Y tal vez sea esa la razón de que los sueños aparezcan dentro de los sueños, el despertar dentro de las zonas de vigilia, el doble imite a su doble y fracase siendo idénticos . ..Y mientras esto ocurria un rio de gente salía de la sala murmurando, !vaya plomazo!pues a mí, tu ya lo sabes , me encantó. La película era oriental y me trajo mi libreta azul de hojas replegadas a la memoria, y allí en apenas dos horas todo se acabó.El soldado que al final aprieta el gatillo y como consecuencia funde la pantalla en negro duró poco en la retina. Era tan guapo.