viernes, abril 24, 2009

punto y final

Adios a todos y gracias por haber venido.
Os dejo con un poema de la maravillosa antología de Spoon River, de Edgar Lee Masters

FRANK DRUMMER
!De una celda a este espacio oscuro!...
!El final a los veinticinco años!
Mi lengua no podía expresar lo que bullía en mi interior,
y el pueblo entero me creía idiota.
Y, sin embargo, al principio, yo tenía una clara visión,
un alto, apremiante propósito en el alma
que me llevó a intentar aprenderme de memoria
la Enciclopedia Británica.

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besos a todos
eva
nos vemos en magnetic poetry


...

8 Comments:

Anonymous Anónimo said...

NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!

POR FAVOOOOOOOOOOOOOOOOr!!!!

NO NOS HAGAS ESTOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!

O SI?

GRACIAS POR TANTO PLACER
nos vemos en otro blog

Pepito Grillo.

4:47 p. m.  
Blogger Patricia Miranda said...

y yo creyendo que lo inmovil podia ser tambien inmortal e infinito! que ingenuidad! y para colmo esta esperanza! que absurdo!

7:09 p. m.  
Blogger lapiz y nube said...

Yo que habia empezado a visitarte.

12:21 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

nuestro deseo vibra de ansiedad en el instante de carga. la euforia febril de un texto y un lector simultáneos resulta estrictamente analfabeta. por eso todos los blogs acaban violentamente. y no existe todavía una cortesía proporcional al daño que se causa.

12:50 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Hola Eva: El relato que me regalaste el otro día cuando nos vimos por la calle, me encantó. Enhorabuena.
A su vez se lo he regalado a Luis Muro para que se deleite.
Respecto al abandono de tu blog, entiendo que llega un momento en el que toda la energía necesaria y que el blog exige, pues como que carga y satura. Te deseo que esa misma energía se proyecte en otra cosa igual o más bella, y desde luego la compartas.
Muchas gracias por tu generosidad.
Arturo.

11:23 a. m.  
Blogger Fernando Nombela said...

"escribir

para curar
en la carne abierta
en el dolor de todos
en esa muerte que mana
en mí y es la de todos

escribir

para ahuyentar la angustia que describe
sus círculos de cóndor
sobre la presa

aunque en el alma no

en el alma
la estimación del tiempo que concluye
y es arriba
algo más que un silencio
con ojos semiabiertos

escribir

como condescendencia y como rebeldía
sin elección
sin pausa
porque se va la luz, las fuerzas
se le acaban
y el ser se va de vuelo
en las garras de un ave
carroñera

escribir

para decir el grito
para arrancarlo
para convertirlo
para transformarlo
para desmenuzarlo
para eliminarlo
escribir el dolor
para proyectarlo
para actuar sobre él con la palabra

[...]

escribir para curar
escribir para guarecerse
escribir como si cerrase los ojos
para no cerrarlos
para mover la mano y seguir su curso
para sentirse viva
AÚN
para aplazar la angustia
como simulación
para guiar la mente y que no se desboque
para controlar lo controlable

escribir

como quien deja la luz encendida
y duerme de pie sobre sí mismo
para saldar las cuentas con el miedo

escribir
para reorganizar

escribir
sin hacer concesiones

escribir
como quien des-espera
para cauterizar
para tomarle las medidas al miedo
para conjurar
para morder de nuevo el anzuelo de la vida
para no claudicar

escribir
para apuntar al blanco

escribir
con palabras pequeñas
palabras cotidianas
palabras muy concretas
palabrasojo
palabras animales
palabrasbocadegato
ásperas por dentro y por fuera
suaves como “tal vez”
palabraslatigazo
como “demasiado” y “tarde”

escribir

para no mentir
para dejar de mentir
con palabras abstractas
para poder decir tan sólo lo que cuenta

decir que a las once
de la noche de hoy
mientras la luz calienta
el lado izquierdo de mi almohada
y la sábana verde se desdobla
en el espejo del armario
estoy en mí
en el lugar en que acostumbro
a encontrarme
en este aquí hecho de extraña
duración en lo mismo
repitiéndome
la carne dolorida
los huesos lastimados
los nervios, la piel
tirante, amoratada
el pelo encanecido
el grito sólo postergado
y hoy a las once
de la noche de hoy
mientras la luz calienta
el lado izquierdo de mi almohada

muere un niño
o dos o no sé cuántos
mueren y una anciana dice
sus últimas palabras
o no las dice y muere
y es otra la que habla
pero no habla, dice
apenas dice y muere
sin decir
apenas
nada
y algo se me atraganta
tal vez un alarido
largo como las once horas de esta noche
o tal vez la conciencia
que duerme encendida
como una lumbre la conciencia
de todos los que mueren
como una fogata
un espantoso incendio
que prende en las ventanas
de la ciudad y en el mar no se apaga
una conciencia absurda
una antorchahorizonte
la conciencia de todos los que saben
que se están acabando
en sus huesos de antorcha
hoy, mañana, siempre

escribir
todas las muertes son mi muerte
mi grito es el de todos
y no hay consentimiento
escribir

¿para consentir?
¡escribir para rebelarse!
no hay lugar para plegarias
no hay lugar para el sosiego
el ajuste de las almas
se hace en rebeldía

Estamos solas
y nos pertenecemos.
En nosotras está el poder
Somos un pueblo de almas
en rebeldía
¡Despertad!
Lo que escribo aquí
se traza en el aire
el dolor es la senda
el dolor es el medio
por el dolor la fuerza
que combate el dolor
y lo transforma
por el dolor deshago
mi dolor en lo ajeno
y el ajeno en el mío

escribir

para des-esperar
por todos los que están
por todos
los que fueron
los desaparecidos
escribir para cuidar
sus des

apariciones
para alimentarlas
para que no se enturbien
no tan pronto
no tan siempre
pronto

[...]

escribir

[...]

¿y no hacer literatura?

¡y qué mas da!:

hay demasiado dolor
en el pozo de este cuerpo
para que me resulte importante
una cuestión de este tipo.

Escribo
para que el agua envenenada
pueda beberse."

(Chantal Maillard. "Matar a Platón, seguido de Escribir". Barcelona, Tusquets, 2004).

Besos y abrazos

8:43 a. m.  
Blogger vb said...

¿por qué? ¿por qué?

(no!)

12:23 a. m.  
Blogger miguelangelortega said...

¿Dónde estás?
¿Qué te ocurre?
En el curro nunca me acuerdo de buscar tu teléfono y aquí no hay otra forma menos pública de localizarte.
Cuéntame algo, mujer

Miguel Angel

11:10 p. m.  

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