sábado, marzo 28, 2009

Valeria


Yo estaba colocado del lado de la ventana, mirando a las vegas nocturnas, perfilado como una sierra roma. En esta postura no pude ver con claridad a mis vecinas, que entraban con más de ochenta años y se iban deseándome suerte. La primera en entrar era de una antigua ciudad romana y tenía los codos encostrados de tanto trabajar. Negros los codos.Valeria se hizo una calza con la talega del pan que encontró en el arcón. Para jugar con las niñas ricas. Y a punto estuvo de morir de asfixia por recortar la pernera demasiado pequeña.Yo miraba por la ventana y Valeria a mi espalda decía que en los ultimos tiempos su difunto marido le repetía que el amor se acaba. Lo repetía mucho en los últimos tiempos. ¿Pero oye?, le espetaba ella, ¿acaso a tí se te acabó el amor?