sábado, abril 04, 2009

lo que sucedió

Le pidí al traductor que escribiera la historia mientras se la contaba cerca del roble americano que no había crecido. Catorce vueltas al sol fue plantado y abandonado en aquella tierra seca . Apenas alcanzaba la altura de un gato de Murakami. Consideramos una tarea apremiante narrar todo lo que ocurrio de forma breve y concisa. En el psiquiátrico todo eran fondos y paisajes lunares. Las personas allí dejaban un rastro desdibujado de una sombra chinesca sin apenas contraste. Sólo tres imágenes parecían sobresalir del muro picado por el tiempo y la vegetación. Si desviabas la atención del centro de la escena podías ver en lo alto de una loma el esqueleto de un quiosco de música. Y en su interior las tres figuras recortadas. El vocero giraba con un libro en la mano y leía en profundas declamaciones, como si su voz le hubiera sido prestada por Dylan thomas. En un segundo plano estaba el estratega, conocedor de todas las guerrillas . Sus ojos parecían quemados de mirar, pero esto nadie pudo confirmarlo, pues se movía como un auténtico vidente y allí mismo , reclinado sobre el suelo, se le veía concentrado en el dibujo y el estudio de sus mapas. No podemos saber con seguridad a quien pertenecía la tercera imagen. Se trataba ,tal vez, del fantasma de una mujer. No mostraba actividad alguna. pero su inmovilidad presagiaba siempre algún suceso. Podría tratarse de Paty Ice, que acostumbraba aparecer cuando ya nadie la esperaba, o quizás fuera Cherrry, que siempre andaba entre vegetación y silencio. El sol se ha puesto y el roble casi ha desaparecido de nuestra vista. Es ya un bulto tímido en la oscuridad. . Soy el único testigo que queda de aquellos dias inveterados donde la vida del psquiátrico se leía reflejada en la tapia que delimitaba todo el recinto. Si exceptuamos las grandes grietas por donde se cuelan los animales, el resto de la superficie se ha vuelto imprecisa. El traductor no se ha movido de mi lado. No ha dicho una palabra . Aún lo veo mirar al fondo de la tarde.