sábado, enero 26, 2008

y es entonces cuando miro el reloj digital del ordenador y veo que sólo me quedan trece minutos para escribir, solo me quedan doce, solo me quedan...los inmóviles venideros, que se queden donde están , cada palabra nos resta ,cada palabra guillotina la que queda, le asesta un golpe certero , quedan cinco minutos, y ya están todas tumbadas y leidas, ya no quedan las venideras, ni apuesto por estas sin cabeza, queda un minuto, alarma de tiempo, que

1 Comments:

Blogger LIRA said...

Gracias.
desde que leí eso en el libro "la enfermedad como camino", hasta la palabra inmóvil, o inmovilidad me hace encoger por dentro.
hasta que deje de ocurrir gracias a mayores movimientos.

12:43 p. m.  

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