miércoles, noviembre 26, 2008

idiot wind

La vespa es roja y se inicia con tu nombre. Sólo porque el viento nos golpeaba a la contra nos creímos fugitivos. Porque quería acercarme a tu espalda , apenas sí me acercaba, no fueras a pensar por el pasillo infraleve que separaba nuestras ropas , que quería acercarme a tu espalda.
Hasta el cristal la luz de tan frágil calentura en mí bañada. Y el silencio ensordecedor del silencio. Como en el patio de butacas mordías la palomita , a cámara lenta, tragas saliva y miras al fondo la linea de los árboles. Porque quiero tocar tu brazo me alejo ahora que ya no somos fugitivos, sino parias.
Hasta aquí hemos llegado . La imposible inmanencia del asombro se hace carne porque fuimos abandonados al sueño de los ojos. No conoce el cansancio la ceguera. Ni el amor, la espesura del umbral. Y ahora,
el horizonte está a veinticuatro kilómetros. En el mar, a veinticuatro kilómetros. Mi rebeldía sin miedo y sin esperanza. A sólo veinticuatro kilómetros, el horizonte
.
Pozos y simas precipitándose en el vacio, hacia el confín de sus huecos .Arrastrados por la brisa a favor de la caida. El único sueño primero catapultado al país de la mentira, hoyando el nido de la bala , tu nombre muerto.
Regresaré a la insolencia , mascaré chicle de fresa ácida y no seré una preguntona. Mirarte solo, y devolver la cabeza al diario. Ver desdibujado y apuntalar mis cuencas, saciarlas de error.
Al olor temprano de la goma de borrar, tu nombre muerto.

lunes, noviembre 24, 2008

resurrección química

El humo otra vez, una maniobra más de la ocultación. Como estratega lo hago aparecer en forma de nube rápida y contenida. En una explosión fugaz, hacedor de sombras en la chistera del mago, todos allí expuestos.Plum! la nube efímera que se lleva palomas y trae pañuelos engarzados.El nudo mántrico del porvenir con sus vapores azules me dice que el juego no ha hecho sino comenzar.Juguemos!¿quién tiene la palabra?¿quién guarda el truco?Planeando sobre el lago desaparecido en la sequía del calendario, el verbo, batiendo nombres alados que arrastran las silueteadas panzas por el suelo. Verbo rasante y certero. Tal vez las primeras gotas que se hundieron en el polvo del desierto fueron la inmolación del silencio. Juego de estragia, ahora que sólo nos redime la huella y el surco organizado en geometrias que se expanden ,aun fuera del vuelo de la tinta, del vuelo de la luz.